martes, 25 de enero de 2011

ESCRIBIR.....CON LÍMITES


 Escribir es siempre un acto de amor por las palabras. De allí que, quienes amamos la escritura y la lectura, sentimos un inmeso placer al re -leer lo que hemos escrito, porque da la sensación de haberlo parido . Lo que las mujeres, que somos madres, sabemos de lo que estoy hablando, con propiedad .En el momento de hacerlo, efectivamente, hay una especie de parto, que produce dolor, angustia y finalmente el orgullo y la satisfacción, al  ver concluído aquello que queremos expresar. Tenemos, quienes escribimos en periódicos, los límites del espacio. Esto no es nada malo, pienso yo, se transforma en una disciplina, decir lo que se quiere decir, en determinados carácteres con espacio o sin él.  Decía alguién, no recuerdo ahora quien, "lo bueno, es doblemente bueno, si además  corto". Asi que, esa misión de escribir en determinado espacio, me hace recordar cuando tenemos un límite para hablar, bien sea en radio o televisión (un programa, siempre tiene una duración), o, en una clase, que también tiene un horario fijo. Los límites son fundamentales en la vida diaria. Debemos ser conscientes de la necesidad de estos límites, ser capaces de cumplirlos y ademas, en oportunidades,  nos vemos en la obligación de ser nosotros mismos, los que tenemos que fijárnos esos momentos, situaciones o circunstancias límite. Esto va desde la simple decisión de no comer algo, porque nos hace daño y/o engorda, retirarnos temprano de una fiesta, por compromisos el día siguiente, aceptar cosas con las que no estamos de acuerdo, y autoregularnos a la hora de escribir, que no es lo mismo que autocensurarnos, entre otras. El tema es, en mi opinión de gran importancia, pues la falta de límites lleva a determinados personajes a desbocarse y a cometer arbitrariedades. ¿Que opinión les merece este comentario? Gloria.

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