viernes, 1 de junio de 2012

Pesadilla y Enfermedad.

        A medida que pasan los años, mientras nos ponemos  más viejos, no dejan de atormentarnos las ideas, los sueños, que una vez tuvimos y que, ya sabemos,  no podremos cumplir.
Pienso que, es sano aceptar la vida, responsabilizarnos por éxitos y fracasos, saber que no somos inmortales y que más pronto que tarde, pasaremos a ser parte del planeta, vueltos polvo; (“polvo eras y en polvo te convertirás”). De lo contrario la vida puede volverse una pesadilla diaria. Hago estas reflexiones, a pesar de saber que quien debería interesarse por éste tipo de consejos (¿¡) , como está más allá de todo, ( al menos eso cree), no tiene el más mínimo interés en estas cosas. Sin embargo, los venezolanos vivimos momentos extraños. Creo,  nunca habíamos pensado, que algo así nos podía ocurrir. Un Presidente gravemente enfermo, que medio informa, pero que quiere a toda costa, disimular la verdad. Y como sí fuera poco, hace “como sí” todo está bien y aquí no esta pasando nada. Desde el exterior nos llega información más completa, de lo que le pasa y lo que se hace. Por otra parte,  nuestro colega y amigo, Nelson Bocaranda, mediante sus muy veraces fuentes, es quien  nos da la información  de lo que padece y sufre ese extraño gobernante, ahora creyente en Dios, la Virgen y los Santos.
         Sus amigos, (¿los tiene?) lo rodean, siguiéndole la farsa. Sus caras demuestran, miedo, temor, sonrisitas extrañas, que más recuerdan la llamada “risa del ahorcado,” que la complacencia que sienten al verlo cumplir un acto más de teatro, tipo sainete. Viven, también ellos, una pesadilla, que cada minuto pasa a ser un hecho real que los atormenta. Como se les pegó la omnipotencia del personaje, creyeron que nunca iban a tener que dejar el poder. Que cual Fidel Castro, se quedarían pegados de la Presidencia y de los demás factores que organizan y dirigen a un país. No contaron con los designios de la Providencia. De allí que es muy fácil comprender que sus exclamaciones a Dios, no son sinceras. Pretender utilizar a Dios, cuando se está en apuros, requiere de sinceridad, de arrepentimiento, de buena Fe. La Misericordia Divina es factible que perdone siempre. Por supuesto tiene que haber, aquello que se llama “propósito de enmienda”. ¿O, es que creen que también pueden engañar a Dios?  La gente crecida espiritual y emocionalmente, tiene conciencia de lo que implica una enfermedad  como el cáncer. Son caminos para el proceso de convertirte en persona. Son instrumentos, para hacer del ser humano más conciente de sus debilidades y de sus posibilidades. Son grados de aprendizaje en la escuela de la vida. Es lamentable que muchos salgan reprobados. A pesar de lo duro de las pruebas, y de haberles  sido otorgados todas las condiciones y regalos, para superar los obstáculos y alcanzar el éxito.   Han desperdiciado una extraordinaria oportunidad de transformar al país, por la vía del crecimiento y el desarrollo. Lo que les queda ahora es concientizar se y darse cuenta del desastre que hicieron. Recuerden, deberán hacer un cambio importante para sobrevivir a estas pesadillas. Nos tocó hacerlo a muchos de nosotros-a ya.