martes, 25 de enero de 2011

EL MUNDO AL REVÉS (Ultimas Noticias)


El mundo al revés.


Gloria Cuenca.


                     Al escuchar las barbaridades que la gente del oficialismo dijo en la instalación de la Asamblea Nacional, recordé a un hombre inteligente y culto, de izquierda radical, quien en el momento de la Renovación Académica  era el mentor de buena parte de las locuras que cometíamos. Se trata del Dr. Pedro Duno, brillante filósofo y un revolucionario comprometido con todo lo que él, y nosotros, por aquellos años creíamos. Murió en 1998.  A poco de los sucesos universitarios de la renovación, ocurrió la invasión a Checoeslovaquia para acabar con la llamada “Primavera de Praga”. Como idealistas y personas que pensábamos que la URSS era la “Patria del Hombre” sufrimos un impacto  mayor  con esa invasión, que lo que había significado el retiro de los cohetes de Cuba por acuerdo entre Kroushev y Kennedy, sin que los revolucionarios cubanos pudieran hacer nada. Se pusieron de acuerdo, los dos imperios, USA y la URSS y Cuba quedó como la guayabera. Fue un terrible sufrimiento, porque no se imaginan quienes nunca han estado en el ámbito de la revolución, como se sufre, cuando se cree en ellos, al suceder  hechos contradictorios y absurdos, y no hay una explicación  para los militantes. El cuento es que Pedro, frente a ese desastre y lo que ocurría en la  Facultad de Humanidades y en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central, tomadas por los estudiantes y un grupo de profesores, entre quienes me encontraba y él también, me dijo algo que nunca he podido olvidar. Teníamos que suspender la toma, ya no se podía más; sin embargo, algunos estudiantes no querían suspenderla  nos acusaban, como ocurre siempre, de traidores y de querer pactar con las autoridades interinas y hasta con el gobierno. Todo falso. Ante nuestra angustia y en la búsqueda de una respuesta, Pedro dijo: “Para ser un revolucionario radical, hay que estar un poco loco. Con el mundo al revés para empeñarse en obligar a la gente a pensar como uno, y peor aún a actuar como revolucionario”. Al ver a los pobres diputados del oficialismo, encabezados por gente que alguna vez, pensé  era independiente, que apoyaron el bodrio de la ley de universidades y luego, aceptaron su veto mansamente, me vino a la memoria la frase de Pedro Duno G, tan pertinente y tan ajustada al momento. Hay que estar loco para intentar convencer a los demócratas venezolanos, que  somos mayoría,  que ellos, los oficialistas, son los que tienen la razón.

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