Una nueva realidad.
Gloria Cuenca.
Enfrentamos una nueva realidad.
Nadie, 2 años atrás, creía que estaríamos de nuevo en elecciones en abril del
2013. Se trata de algo que en varias oportunidades escribí: el imprevisto en la
historia mundial y en la venezolana, en particular. Fue el colega Oscar Yánez
quien esbozó este planteamiento en un Foro, hace unos años, donde un joven
colega y ex alumno, en altas funciones de gobierno, señaló con prepotencia: “el
Presidente Chávez estará en el poder
hasta el 2021”. En apasionado discurso el Colega Yánez, expuso la tesis del
imprevisto en la historia. Remarcó, entonces lo que en oportunidades, había
ocurrido en la historia de Venezuela. Con tono paternal, dada la juventud de
quien afirmó lo antes expuesto, fue desmontando lo que, seguramente, con
sinceridad, creía el funcionario. Recordó, entre otros casos, el del Dr. Diógenes
Escalante. En aquel momento a la gran mayoría le pareció un exabrupto lo dicho
por el experimentado periodista. Lo escuché con atención, conversé con él y me
convencí, de que, “más sabe el diablo por viejo, que por diablo.” Así, aquí
estamos en la vigilia de nuevas elecciones, en donde la contienda Capriles- Maduro, se observa apasionante y
nos podrá servir para medir, sí como creo, la consciencia de los venezolanos se
ha incrementado y son capaces de darse cuenta de algo elemental: Maduro, no es
Chávez, mientras Capriles, si es Capriles. Por otra parte, es verdad el
Presidente Chávez sembró de esperanzas y promesas a los sectores más desposeídos
de la sociedad. Al hacer un apresurado balance, -es difícil ser medianamente
imparcial con todo tan reciente-, podemos observar cómo queda el país después
de estos 14 años. La inflación desatada y la escasez de alimentos fundamentales
en la alimentación de los venezolanos, de todos los sectores. Como sí esto
fuera poco, está la cuestión de la inseguridad. Más de 150.000 venezolanos han
perdido la vida, y cada nuevo año, vemos con temor y horror, como no se hace
nada, la impunidad campea, y la situación a diario es más compleja y difícil
para todos. Se irrespeta la Constitución Nacional constantemente, no hay
justicia. Se persigue la Libertad de Expresión, se acosa a los medios
independientes, los periodistas y comunicadores viven una constante pesadilla,
se los maltrata, se los humilla, pierden su trabajo, cumplen a duras penas la
tarea de informar, dado el cierre de la
información gubernamental. No hay posibilidades de acceder democráticamente a
los datos que deberían estar al alcance de todos los interesados. Por ejemplo,
de la producción petrolera y la situación de riesgos en la industria, con
todas las muertes y accidentes. Los apagones inaceptables, en todo el país. Se
me acaba el espacio, y no quiero dejar de señalar la situación de los presos y
exiliados políticos. Emblemáticos, los casos de la Juez Afiuni y el Comisario
Simonovich, con quienes se han ensañado, a partir de las necesidades de cuidar
de su salud. Se les ha visto, en estos días, rezar, llorar y expresar su dolor.
Confiemos en que las palabras del Papa Francisco, sobre el perdón, les lleguen.
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