EL SIGNIFICADO DE TRES MILLONES

                Entiendo  el estupor del oficialismo por el voto opositor del domingo 12 de febrero. No lo hubieran esperado jamás. Se quedaron abismados  con la cantidad de votos  que resultaron de la jornada democrática y resultó una gran fiesta participativa en la que, los venezolanos demostraron, que en el fondo del corazón de cada uno, ni nos odiamos, ni nos gusta esta confrontación amenazante, constantemente.  He señalado, en muchas oportunidades, frente a los discursos guerreristas, de la gente de la izquierda radical, que en Venezuela, es bastante difícil  que esa violencia se imponga. Todos los que formamos parte de la generación de los 60, recordamos aquél eslogan, que caló, y que corría de boca en boca:”La violencia es el arma de los que no tienen razón”. Formé parte de aquellos años. Nos  empecinamos en tomar el poder, por la vía violenta. Fuimos, ¡Gracias a Dios! derrotados. Una importante mayoría ha rectificado. Hemos tomado conciencia del desastre que ha sido el comunismo y el tal “socialismo del siglo XXI”. Además de toda esa historia reciente, (para la historia 4 décadas, no son nada,) la caída del Muro de Berlín y, la desaparición de la Unión Soviética, hace ya más de 20 años, permiten a la juventud de hoy día, darse cuenta,  de lo que significó ese desastre. Prefieren la democracia y la libertad, y son en buena medida, co- responsables de los resultados del domingo. Tenemos una nueva generación de jóvenes estudiantes y luchadores,  que han entendido lo que estamos exponiendo y los riesgos que corre nuestra democracia. Por otra parte, los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática y de la Comisión Electoral de la MUD dieron demostraciones de coraje, seriedad y honorabilidad. La palabra de honor, recuperó su sentido, quedó en evidencia que cuando se quiere, se puede; que al asumir un compromiso hay que cumplirlo. Va siendo hora, que los del oficialismo dejen de llamarnos majunches, y acepten, que se les conoce, y que salimos de la inocencia, ya no pueden engañarnos tan fácilmente. La lucha a partir de ahora, será más dura. La desesperación los tiene en un estado  peligroso de angustia y miedo, mientras en nuestro lado, ya se perdió el miedo. Hay una energía maravillosa, de paz, tolerancia y triunfo. Por favor: no caer en provocaciones, es fundamental.