domingo, 26 de febrero de 2012

¿Amarillismo en el periodismo o en la realidad?

       Siempre que hay censura de prensa, “a priori” ó a “posteriori”,  estamos entrando en el terreno pantanoso de las dictaduras que quieren que nos autocensuremos o para censurarnos de una vez. Importante,  hacer un breve análisis de lo que ha pasado, con el Diario “El Nacional”. Estamos hablando de un diario que es  referencia de la cultura  hispanoamericana y forma parte, de la historia del periodismo en Venezuela. No es,  “Crónica Policial”.  Lo que está ocurriendo es que la realidad se nos volvió amarillista. Como deben saber, el amarillismo, es una perversión del periodismo que surgió  a fines del siglo pasado en los Estados Unidos de Norte América, cuando dos grandes dueños de periódicos, (grandes, por su importancia, en el desarrollo de la llamada prensa popular) entraron en competencia con sus tabloides e inventaron, el sensacionalismo. Grandes textos, títulos exagerados y fotografías de gran formato y luego el amarillismo, cuando decidieron incorporar para destacar los temas de sexo, drogas, crimen y alcohol, promoviendo las emociones básicas y primarias. Hay un sensacionalismo positivo, cuando por ejemplo se destaca el triunfo de un deportista o de un literato o artista en determinado momento y se usan formas sensacionalistas para presentar la información noticiosa. Sin embargo, el amarillismo, es una perversión del periodismo, generalmente usado para estimular las ventas y la acción morbosa del ser humano.  El dirigente político Teodoro Petkoff, dio a sus lectores una importante explicación de su acción solidaria desde “Tal Cual”. También señaló que es un acto esencialmente político. Ahora, quiero agregar que es también un acto ético. Sí ético y pedagógico para el gran público. ¿Cuándo se justifica este tipo de fotografía, imágenes y demás informaciones noticiosas? Cuando hay dudas de que se está diciendo la verdad, como es el caso. En un foro internacional televisado por CNN el Presidente de Telesur se mofó, a carcajada batiente, de los datos que el Dr. Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano sobre la Violencia le daba.  Para demostrar lo que sobre violencia, crímenes, inseguridad, presentaba el Dr. Briceño, “El Nacional” usó la terrible foto de la morgue. En busca de la verdad, quedó expuesto el estado miserable en que son tratados los difuntos de este país, además de morir  de manera terrible por la violencia. El Director de Telesur, antes Ministro de Información, se había reído y puso en duda la información que se le dio frente a las cámaras. El país democrático y consciente se conmovió. “El Nacional” decidió presentar esa gráfica, para desmentir, sí desmentir la risa nerviosa del oficialista e ilustrar pedagógicamente la situación. No hay más nada que decir. Es una vergüenza para el país que alguien haya hecho mofa del dolor ajeno y de la situación de inseguridad que vivimos, que sea de los co responsables de la situación, ya no alarma, permite entender porque están las cosas como están.             

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